«Una bebida sin popote por favor? es la frase es la que muchas personas dicen cada vez que van a un restaurant o compran una bebida fría. El hábito de dar un popote a cada cliente cuando toma una bebida se ha convertido en un problema ecológico. Sólo en los Estados Unidos, se usan 500 millones de popotes al día. Esto es suficiente para cubrir la circunferencia de la tierra dos veces y media y llenar el Estadio de los Yankees 9 veces en ¡un año! Ahora imagínate este consumo diario ¡en todo el mundo!
Lo malo es que ya se ha convertido en un hábito. Los cafés frappés y demás bebidas frías son servidas siempre con un popote. Además se piensa que es más higiénico que tomar directamente del vaso, lo cual no siempre es cierto.
Yo ya empecé a hacer el cambio en mi casa, lo cual no fue bien recibido por mis hijos porque ellos disfrutaban mucho su licuado mañanero con un popote, pero este hábito tendrá que ir cambiando. Es que los datos no son nada prometedores: una persona, a lo largo de su vida utilizará unos ¡38 mil popotes! y de acuerdo al Foro Económico Mundial, para el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar. ¿Preocupante verdad?
-El problema es que los popotes de plástico (los cuales son los más comunes) no son biodegradables. Estos se degradan en pequeños pedazos, los cuales pueden ser ingeridos por animales en tierra y mar.
-Por otro lado sólo un pequeño porcentaje de los popotes son reciclados y este proceso es una sola vez. Los demás popotes acaban en los tiraderos de basura, en el mar y en nuestro medio ambiente. El plástico queda en el medio ambiente, en pequeñas partículas, las cuales respiramos y eventualmente las acabamos ingiriendo. ¿Nada agradable, verdad?
-Muchos restaurantes y bares ya se han unido a la iniciativa de reducir el uso de los popotes y hay campañas ciudadanas en las que utilizan los hashtags #antipopotes y #refuseplasticstraws para eliminar la basura proveniente del plástico. La idea es adoptar mejores prácticas ecológicas ya que los popotes generan una gran cantidad de basura, la cual se puede evitar.
Si te deseas unir a este proyecto simplemente di: “sin popote por favor” y empieza a reducir el uso de este producto. Si para ti es esencial y no puedes vivir sin él cambia por los de papel, los de bambú, de metal o los de plástico reusables. Piensa que con cada popote menos que uses, estarás ayudando con tu granito de arena al mundo entero.
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