Un día sin celular ¿te atreves?

El día de ayer me pasó algo que podría ser considerado como una tragedia hoy en día: ¡Se me olvidó el celular en mi casa! Me hubiera regresado por él si me hubiera dado cuenta a las pocas cuadras, pero fue hasta media hora después de no escuchar ningún tipo de ruido que sospeché que esto había pasado. Busqué en mi bolsa y descubrí que no estaba y rápidamente entré en pánico: “¿Qué tal si hay una emergencia? ¿Y si le tengo que llamar a alguien? ¡no me acuerdo del teléfono de nadie! ¿Qué voy a hacer?”

Decidí no entrar en pánico y descubrir lo que mi día me deparaba. Al final del día no pasó ninguna emergencia, no tuve que llamar a nadie y encontré varias cosas positivas de no tener celular:

-No texting and driving: Dejé de textear o de checar mis mensajes durante los momentos de tráfico de la ciudad, acción que beneficia mi seguridad al volante y a todos los que me rodean en la calle.

-Estuve en el presente: Como ya no tuve NADA que me distrajera ya que no tuve que mandar mails, ni mensajes ni llamar a nadie que aproveché para disfrutar del momento. Disfruté del partido de futbol de mi hijo como nunca lo había hecho.

-Usé mi memoria: Como ya no tenía mi GPS ni la dirección a donde me tenía que dirigir al partido de fut de esa tarde, usé mi memoria (la cual me temo que ya no uso tanto) para recordar la dirección a donde iba. Por cierto, mi memoria sí funciona porque llegué perfecto!

-Usé mi imaginación: Durante la comida, la que por cierto estuve sola, en lugar de ponerme a checar mi FB, TW, Instagram, mensajes y mails como normalmente hago, aproveché para sacar mi cuadernito de ideas y empecé a planear nuevos temas para desarrollar próximamente. Siempre digo que no tengo tiempo para planear pero la realidad es que sí lo tengo.

-Tuve profundas conversaciones: En lugar de mandar mensajes platiqué con varias amigas que me encontré. Nos tomamos el tiempo para platicar diferentes temas que teníamos pendientes y lo mejor de todo es que no hubo ningún celular que me interrumpiera.

 Mi conclusión: Mi Smartphone es una herramienta maravillosa que nos hace la vida más fácil (4 de cada 5 mexicanos tenemos celular) pero hay que buscar los momentos de desconectarnos y disfrutar de la vida la cual sigue pasando mientras nosotros estamos “conectados”.