¿Quieres tener un ultrametabolismo?

Todos deseamos un mejor metabolismo que nos ayude a tener un mejor funcionamiento corporal y por lo tanto tener un mejor peso. Primero que nada hay que entender que todas calorías no son iguales. No es lo mismo 90 calorías de 2 oreos, que de una manzana, ya que estos alimentos tienen diferente efecto en el cuerpo. Los alimentos contienen información que afecta a los genes y controla el metabolismo. Esta información cambia el metabolismo y puede ayudar a subir o bajar de peso. Por eso una dieta a base de alimentos naturales es la mejor manera de comunicarle a tus genes en un lenguaje en el cual entiende mejor según el Dr. Mark Hyman en su libro Ultrametabolismo. Ahora, veamos cómo tener un mejor metabolismo.

Primero: a romper los mitos.

Las dietas bajas en grasas son un mito que nuestra cultura a promovido por mucho tiempo. La clave no está en comer menos grasas sino elegir las fuentes de grasa adecuadas. Los aceites grasos omega-3 son muy buenos y ayudan a mejorar el metabolismo y promover la pérdida de peso mientras que las grasas trans provocan aumento de peso, inflamación, diabetes y aletargan el metabolismo.

Mientras tanto, las dietas bajas en carbohidratos tampoco son la solución para bajar de peso a largo plazo. La clave está en elegir los carbohidratos correctos, por lo tanto, comer los que son naturales y no procesados pues están llenos de fitonutrientes, de fibra y son bajos en carga glicémica. El comer carbohidratos refinados hace que se conviertan en azúcar y aumenten la adrenalina y cortisol en el cuerpo, haciendo que subas de peso.

Segundo: Cómo comes, es igual de importante que lo que comes.

Hay ciertos cambios en la manera de comer diariamente que puede ayudar a tener un metabolismo más eficiente.

-No te saltes el desayuno.

-Incluye proteína siempre en el desayuno.

-Como algo cada 3 o 4 horas para mantener equilibrados tus niveles de insulina y glucosa. Estos snacks deben de ser pequeños como un puñado de almendras, semillas o un pedazo de fruta.

-Evita comer dos a tres horas antes de ir a dormir.

-Controla el índice glicémico en todas tus comidas. Esto se hace combinando las cantidades adecuadas de proteína, grasa y carbohidratos complejos provenientes de los vegetales, leguminosas, nueces, semillas, granos enteros y fruta en cada comida.

-No se recomienda comer solo carbohidratos pues estos aumentan los niveles de azúcar e insulina.

-Evita cantidades excesivas de carne, y prefiere carnes magras y orgánicas.

-Aumenta la cantidad de fibra que consumes ya que ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre y a la digestión. Lo ideal es 30 a 50 gramos al día.

-Cocina con hierbas como romero, jengibre y cúrcuma ya que tienen poderes antioxidantes, antiinflamatorios y desintoxicantes.

Tercero: Mejora la calidad de alimentos que consumes.

-Trata de consumir alimentos orgánicos cuando te sea posible.

-Elige proteína de alta calidad como salmón, sardinas, arenque y mariscos.

-Consume leguminosas bajas en carga glicémica como lentejas, garbanzos, y edamames. Estos alimentos liberan azúcar en la sangre de manera lenta.

-Consume una gran variedad de frutas y verduras para obtener fitonutrientes, flavonoides, carotenoides y polifenoles, los cuales son sumamente benéficos para la salud y evitan problemas como envejecimiento prematuro y obesidad.

-Las frutas más recomendables son moras, cerezas, duraznos, ciruelas, peras y manzanas.

-Las verduras más recomendables son espárragos, brócoli, col rizada, espinaca, coles de Bruselas y repollo.

-Consume más nueces y semillas como nueces, almendras, nueces de macadamia, semillas de calabaza y linaza.

-Incluye alimentos desintoxicantes como brócoli, col rizada, coles de Bruselas, coliflor, berza o col, té verde, berro, cilantro, alcachofa, ajo, granada y ralladura de cítricos.

Cuarto: Evita estos alimentos.

-Aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados.

-Harinas blancas y refinadas.

-La comida procesada o la chatarra.

-Jarabe de maíz de alta fructuosa.

-Endulzantes artificiales como sacarina, aspartame, acesulfame-k, neotame, sucralosa, etc.

-Azúcares de alcohol como sorbitol, manitol, xilitol, maltitol que causan molestias intestinales.

-Sulfitos (preservativos que se encuentran en el vino, fruta seca, papas instantáneas, papas fritas, pizza, etc.)

-Glutamato monosódico.

-Bromato de potasio.

-Lácteos.

Con estos cambios en la alimentación diaria, tendrás un metabolismo más eficiente, más energía y una mejor salud. Vale la pena probarlo, ¿no?

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Autor entrada: Editora

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