No sabes por qué pero desde hace unas semanas te cuesta más que nunca hacer tu rutina de ejercicio. Le echas la culpa a la falta tiempo, de energía pero la realidad es que ya no encuentras sobre la motivación para hacer el ejercicio que antes tanto te gustaba. De hecho, ya te convenciste de que como nunca serás triatleta ni maratonista, no tiene ningún sentido levantarte a las 5:30 am todas las mañanas.
¿Te sientes identificado? La realidad es que una de las claves para realizar ejercicio es la motivación. Esta que te hace levantarte de la cama todas las mañanas para salir a correr o a nadar o aquella que te lleva al gimnasio en las tardes en lugar de dirigirte a tu cómodo sillón en donde te están esperando tus series de Netflix.
¿Qué pasa cuando esa motivación está perdida y nada más no la encuentras? Pues que necesitas buscar las herramientas ideales para ti (ya que cada persona es diferente), que te ayuden a volver a amar el ejercicio.
10 formas de encontrar motivación para hacer ejercicio
A continuación te doy algunas que te pueden ayudar. Prueba las que más resuenen contigo y recuerda que después de 21 días de hacer ejercicio tendrás más probabilidades de que este se convierta en un hábito que te dará salud física y mental, además de que mejorará tu calidad de vida.
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Saca tu ropa de ejercicio una noche antes para que sea lo primero que veas al despertar. Pon tu despertador junto a tu ropa y en cuanto suene, vístete y a moverte.
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Busca actividades físicas que sean accesibles a tu estilo de vida y horario. Por ejemplo: inscríbete en un gimnasio cerca de tu casa u oficina, si el clima es caluroso en donde vives, prueba la natación y ¡refréscate todos los días!, si hay una ciclopista cerca de tu casa, sal a andar en bici o a correr.
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Invierte en ropa linda para hacer ejercicio. Aunque no lo creas sí hace una gran diferencia el hecho de usar un conjunto muy profesional para el gimnasio, que ir en pants aguados y una t-shirt vieja. Compra unos buenos tenis que sean especiales para la actividad que vayas a realizar.
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Intenta ejercitarte por las mañanas. Las personas que lo hacen suelen apegarse más a su rutina de ejercicios a diferencia de quienes lo hacen en la tarde o noche y suelen encontrar más impedimentos para lograrlo; ya sea flojera, trabajo, compromisos sociales, etc.
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Realiza el ejercicio a la misma hora cada día. De esta manera será más fácil que se convierta en un hábito.
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No hagas el mismo ejercicio todos los días y dale variedad a tu rutina. De hecho se recomienda hacer tres tipos de ejercicios diferentes por semana para evitar el aburrimiento y ver resultados más rápido. Por ejemplo combina correr, spinning y yoga, o natación, zumba y body combat.
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Ponte metas para evitar ejercitarte sin un destino definido. Por ejemplo trata de aumentar los kilómetros que corres, los minutos que haces ejercicio, el peso que levantas en el gimnasio, etc. Pero asegúrate de que las metas sean alcanzables para que no pierdas la motivación.
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Si te sientes cansado o con flojera, ponte como meta hacer 15 minutos de ejercicio. Después de este tiempo tu cuerpo empezará a secretar endorfinas (las hormonas de la felicidad), y empezarás a sentir una sensación de bienestar y energía. Seguramente después de esto terminarás haciendo la hora completa de ejercicio.
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Busca un compañero de ejercicio que te ayude a motivarte cuando tú no quieras hacer ejercicio. Realicen ejercicio juntos y pónganse retos cada vez mayores.
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Busca distracciones mientras haces ejercicio, como hablar con un amigo(a), escuchar música o ver una serie de TV o película. Muchas personas hasta leen un libro mientras hacen bicicleta estacionaria y así se les pasa el tiempo mucho más rápido.
