Ataques de pánico: cómo sobrevivir a uno

ataques de pánico

¿Alguna vez has sentido un ataque de pánico? Es un momento horrible en el que no sabes si te estás volviendo loco, te está dando un infarto o te estás muriendo. Los ataques de pánico pueden suceder en cualquier lugar y a cualquier hora y pueden ser una experiencia traumática. Puede pasar entrando al supermercado, en una cena con amigos, durante una junta de trabajo, mientras manejas en tu auto de regreso a tu casa y hasta sentada en tu sillón tranquilamente viendo la televisión. 

Los síntomas varían de una persona a otra pero en lo que sí coinciden todos es que es un evento terrible que deja secuelas de miedo de que se vuelva a repetir. Ese miedo y angustia de que vuelva a pasar el ataque es lo que puede provocar que se repitan con más frecuencia. Por eso es importante tener toda la información necesaria para poder superar las causas por las que están sucediendo los ataques.

ataques de pánico

Un ataque de pánico puede aparecer de manera abrupta y usualmente dura entre 10 a 30 minutos, dependiendo de la persona y la situación. Los síntomas más comunes de un ataque de pánico son:

-Falta de aliento o hiperventilación

-Palpitaciones del corazón

-Dolor o molestia en el pecho

-Temblores

-Sensación de ahogo

-Sensación de pérdida de la realidad

-Sudoración

-Sensación de irrealidad

-Nausea o estómago revuelto

-Mareos o sensación de desmayo

-Bochornos

-Miedo de perder el control, de enloquecer o de morir

Muchos de los síntomas se parecen mucho a los de un ataque al corazón como: dolor en el pecho, ritmo cardiaco elevado y dificultad para respirar. De hecho muchas personas llegan a la sala de emergencias pensando que están sufriendo de un ataque al corazón.

Hay personas que pueden experimentar uno o dos ataques de pánico en su vida sin mayor efecto a futuro, mientras que para otras personas lo que fue un hecho aislado se puede convertir en un desorden de pánico con ataques repetidos que llegan a afectar fuertemente a la persona pues se convierten en cambios en el comportamiento, mucha ansiedad y miedo de que sufran más ataques de pánico. 

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¿Cómo sobrevivir a un ataque de pánico?

Si sufres de un ataque de pánico, lo primero que debes de saber es que no te estás muriendo ni te estás volviendo loco y que con las herramientas correctas vas a superar este evento. Se calcula que una de cada 10 personas ha sufrido de un ataque de pánico, sobre todo cuando están expuestas a momentos de mucho estrés. 

Reduce tu estrés: Dado que el estrés es una de las causas principales de los desordenes de ansiedad y pánico, realiza cambios en tu estilo de vida para encontrar más estados de paz y tranquilidad. Practica actividades que ayuden a la relajación como meditación, yoga y relajación muscular progresiva. Estas actividades, si se realizan de manera regular, mejoran la respuesta del cuerpo para relajarse en lugar de llevar al cuerpo a las respuestas de estrés como lo son la ansiedad y los ataques de pánico.

No consumas estimulantes: Evita las sustancias estimulantes como alcohol, café, bebidas energéticas, cigarro pueden provocar ataques de pánico cuando estás expuesto a momentos de mucho estrés. También evita medicamentos estimulantes como pastillas para bajar de peso y algunos antigripales.

Controla tu respiración: Controlar la respiración es una técnica que ayuda mucho al sistema nervioso cuando empieces a sentir ansiedad. Uno de los síntomas de la ansiedad es respirar de manera rápida y superficial lo cual puede provocar mareos y sensación de opresión en el pecho. Pero al respirar de manera profunda el ritmo cardiaco se estabiliza, surge un estado de tranquilidad y los estados de estrés empiezan a reducirse.

Conecta con tus amigos y seres queridos: Los síntomas de ansiedad pueden empeorar si te sientes solo o aislado por lo que el estar cerca de personas que te aprecian como la familia y amigos te ayudará a sufrir menos ataques de ansiedad.

Realiza ejercicio: El ejercicio es un calmante natural por lo que si quieres sentir tranquilidad todos los días, realiza una rutina de ejercicio (la que más te guste) de 30 mins. a una hora. Los efectos no solo los sentirás durante el ejercicio sino durarán varias horas después.

Duerme y descansa: Las personas que duermen pocas horas o que tienen una mala calidad de sueño suelen sentir mayor ansiedad y estrés, por lo que es muy importante dormir de siete a nueve horas todos los días y crear rituales previos a dormir para tener un sueño reparador todas las noches.

Busca ayuda profesional

La terapia es una excelente opción para superar los ataques de pánico y llegar a las causas de los ataques. Hay diferentes estilos de terapia por lo que será fácil encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades.

Prueba con medicamentos

Hay medicamentos que ayudan a controlar y reducir algunos de los síntomas del desorden de pánico. Estos ayudan mucho en casos severos pero es necesario acompañarlos con otros tratamientos terapéuticos, así como cambios en el estilo de vida. Es importante llegar a las causas de los ataques de pánico para poder resolverlos de una mejor manera.

Infórmate sobre ansiedad y ataques de pánico: Busca información confiable acerca de los desordenes de ansiedad. Conoce cuales son los síntomas y por qué surgen. Esto te ayudará a registrar las sensaciones y aprender a manejarlas sin sentir que te estás muriendo o te estás volviendo loco.

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¿Qué causa un ataque de pánico?

Aunque las causas son muy variables, hay un factor hereditario que debes tomar en cuenta. También hay una conexión grande entre los ataques con los momentos de mucho estrés y de eventos de transición importantes en la vida como graduarse de la universidad, iniciar un nuevo trabajo, casarse, tener un bebé, o en eventos muy complicados como la muerte de un ser querido, una enfermedad, un divorcio, la pérdida de un trabajo o una situación de vida catastrófica.

También hay casos en los que los ataques son causados por condiciones médicas como: problemas cardiacos, hipertiroidismo, hipoglicemia, el consumo de estimulantes o abstinencia de medicamentos.

Un paso más allá de los ataques de pánico

Si experimentas ataques de pánico frecuentes, que no están ligados a un evento en específico, vives con la preocupación de sufrir otro ataque de pánico o has cambiado tu comportamiento, evitando los lugares en donde sufriste anteriormente los ataques de pánico puedes estar sufriendo de un desorden de pánico.

Aunque un ataque de pánico no dura más que unos minutos, sus efectos pueden dejar graves secuelas emocionales. El recuerdo del ataque pude ser tan intenso que tendrás un enorme miedo de que vuelva a suceder. Esto puede provocar efectos negativos en tu estilo de vida, vida diaria y tu autoestima. Esto puede traer aún más efectos como: 

-Ansiedad anticipatoria: En lugar de sentir alivio después de un ataque de pánico, la persona se siente ansiosa y muy tensa por el miedo de sufrir otro ataque. Este miedo se convierte en un estado de ansiedad general que puede llegar a afectar la vida normal de la persona. 

-Fobia de evitación: Cuando se evitan ciertas situaciones y ambientes por el miedo de tener otro ataque de pánico. Este comportamiento se basa en la creencia de que si se evitas las situaciones o lugares en donde se sufrió de un ataque, este no volverá a suceder. También se evitan los lugares en donde sería difícil salir rápidamente o pedir ayuda en caso de un ataque. Si esta fobia avanza se puede convertir en agorafobia.

-Ataques de pánico con agorafobia: La agorafobia es el miedo a lugares públicos y espacios abiertos y esta fobia se puede desarrollar como una complicación a un desorden de pánico. Se puede desarrollar en cualquier punto pero usualmente aparece durante el primer año de ataques de pánico recurrentes. Esta fobia surge del miedo a tener un ataque de pánico en un lugar en donde no se pueda conseguir ayuda o que no se pueda escapar fácilmente. Muchas personas con este desorden evitan lugares muy concurridos como estadios, centros comerciales y salones de eventos, también autos, aviones, metro y otras formas de transporte. Evitan salir a restaurantes y asistir a eventos sociales. También evitan lo que creen les pueda provocar un ataque como: actividad física, alcohol, cafeína, azúcar y ciertos medicamentos. Muchos solo se sienten seguros y cómodos en su casa.

Autor entrada: Editora

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