Ser padre es un arte; es quizá lo más difícil que haremos en nuestras vidas pero también lo más gratificante. Un buen padre aprende a equilibrar la cantidad exacta de amor y comprensión con la educación y los valores. Unos días llena de amor y dulzura a sus hijos, pero otros perdemos un poco el rumbo. Muchas veces las presiones diarias nos hacen perder de vista el objetivo principal como padres. Por eso te doy 15 ideas muy buenas para dejar el estrés a un lado y recordarte que tu hijo(a) es lo más valioso del mundo y tu proyecto más grande de vida. ¡Pruébalas todas!
Deja de gritar. Cuando tus hijos hagan una travesura o tiren sin querer el agua sobre la mesa, respira profundamente y no pierdas la cabeza. Explícales tranquilamente el error que cometieron y enséñalos a ser más cuidadosos en lugar de hacer algo de lo que después te arrepentirás.
Elimina la cafeína. Cuando te encuentres estresado(a), evita bebidas con cafeína como el café y los refrescos de cola, dado que estas bebidas estimulantes te harán sentir con más ansiedad y por lo tanto más propenso a perder la paciencia.
Respira hondo. Cuando te sientas muy tenso(a), respira profundamente fijándote que tus exhalaciones sean más largas que tus inhalaciones. Así lograrás que tu ritmo cardiaco se reduzca y por lo tanto, sientas más tranquilidad.
Apaga todo. Deja por un rato la televisión, los videojuegos y la computadora y disfruta de un juego de mesa con tus hijos, de un rompecabezas o un juego de cartas. Aprovecha estos momentos para abrir la comunicación padre-hijo y diviértanse.
Elige tu lugar. Así como los niños tienen su lugar en donde encuentran la calma, haz lo mismo. Ya sea en tu baño, en el jardín, en el estudio, en la recámara o la cocina, llena ese lugar de elementos que te hagan feliz y date tus escapadas.
Aprende a meditar. No importa que sólo sea por 5 minutos, está comprobado que el meditar ayuda a la serenidad interior, a la relajación, mejora la concentración y las funciones corporales.
Reaviva el romance. Deja de concentrarte sólo en tus hijos y recuerda que tienes a tu lado a la pareja que elegiste para toda la vida. Si tienes una buena relación con tu esposo(a), le podrás dar más a tus hijos de lo que piensas.
Deja tantas actividades. Evita llenar tu calendario de exceso de actividades para tus hijos. Entre tantas clases, fiestas y compromisos le robarás a tus hijos los momentos de esparcimiento y creatividad que necesitan, sin mencionar que tú acabarás super estresado(a).
Ya no seas el chofer. Organiza rondas con otras mamás y papás, inscribe a tus hijos en actividades extraescolares dentro de su misma escuela para evitar que todos pasen largas horas en el tráfico.
Trabaja como equipo. No seas la responsable de todo lo del hogar, mejor reparte las tareas con tu esposo(a) e hijos (aunque sean muy pequeños). De esta manera los volverás más responsables y tú te quitarás un gran peso de encima.
Aprende a decir: “no”. El tratar de complacer a todos puede ser muy agotador y estresante, es por eso que si pones límites claros a tus hijos y a los que te rodean, podrás ocuparte un poco más de tus necesidades.
Duerme más. La falta de sueño produce desánimo, irritabilidad y ansiedad por lo que es necesario dormir lo necesario todas las noches (de 6 a 8 horas).
Da muchos abrazos. El contacto físico hace maravillas cuando nos sentimos tristes, solos y estresados. Trata de mantener este buen hábito con tus hijos y abrázalos todos los días, incluso después de que hayan hecho un gran berrinche.
Ejercítate. El deporte funciona como una excelente válvula de escape para el estrés, ya que libera endorfinas y reduce la presión sanguínea. Así que trata de hacer alguna actividad 30 minutos, de tres a cinco veces por semana para estar más feliz, sano y tranquilo.
Ríe más. Busca oportunidades para una buena carcajada en familia. Disfruta de un buen programa o película de comedia con tus hijos, cuenten chistes o simplemente ríe con ellos más seguido. El hacerlo ayuda a aliviar la ansiedad y a relajarte.